No hace falta buscar demasiado para encontrar en la web cientos de advertencias por parte de las autoridades que afirman que en nuestro mundo occidental y desarrollado el abuso de ciertos medicamentos está creciendo de manera exponencial en estos últimos años; desde el Ministerio de Sanidad hasta la propia OMS.

Esto me plantea dos cuestiones. Por un lado, me asombra que las autoridades farmacéuticas no tomen cartas al respecto y que, por intereses propios, no pongan barreras sino que por el contrario promuevan esta situación. Si no, pesemos en la ingente cantidad de fármacos y medicamentos que vemos anunciados cada día en la televisión para cualquier dolencia que uno padezca, sea cual sea. Incluso se han llegado a dar casos de sobredosis y, no obstante, a nadie se le ha ocurrido advertir en los envases de medicamentos de que su consumo excesivo puede acarrear consecuencias mucho peores que el mal que se pretende tratar o aliviar con dicho medicamento; como ocurre con los cartones de tabaco. Por poner un ejemplo, se estima que cincuenta estadounidenses fallecen cada día por sobredosis de analgésicos y 6,1 millones de personas abusan de ellos o los ingiere incorrectamente, según concluye el último informe publicado por
Trust For American Health (Fundación de Salud Pública), tal y como se relata en la noticia cuyo enlace adjunto al final de la entrada. En definitiva, una verdadera barbaridad.

Y no solo eso, sino que además me viene a la mente la
cantidad de personas que podrían ser ayudadas con ese dinero que algunos lo
malgastan irónicamente en detrimento de su propio salud. Tanto aquellos
viviendo en el Tercer Mundo y en países en vías de desarrollo cuyo sistema
sanitario es inexistente o muy precario, como en aquellos países en los que
estos son financiados por el Estado, dificultando así el acceso de otras
personas a dicho fármacos, o a otros distintos, que sí que verdaderamente los
necesitan. Continuando con el caso anterior, se calcula que el ciudadano
estadounidense gasta una media de casi 1000 dólares en fármacos y medicamentos
en un solo año, noticia que también adjunto al final de la entrada. (Recomiendo
ver la película Efectos secundarios en la que se muestra esta situación a la
perfección)
Si fuéramos capaces de invertir esta paradójica situación probablemente podrían hacerse multitud de avances en el mundo de la farmacología, aunque fuera cobrando un porcentaje pequeño del medicamento que fuera destinado a aquellos que carecen de medios para obtenerlos de otra forma.
Enlaces a noticias relacionadas:
Abuso de medicamentos en los EE.UU.
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