domingo, 3 de mayo de 2015

EXPLORANDO EL SISTEMA SOLAR


1.   PLANETAS DEL SISTEMA SOLAR Y MITOLOGÍA ROMANA
Simbología de los astros del Sistema Solar
  • Júpiter (Zeus en la mitología griega) hace referencia al dios de dioses, padre de los dioses y de los hombres y rey del Olimpo. Se corresponde por ello con el planeta de mayor tamaño de todo el Sistema Solar. Es el primero de los planetas exteriores o gigantes gaseosos, y el quinto del Sistema solar.
  • Marte (Ares en la mitología griega) hace referencia al dios de la guerra. La razón es su tonalidad rojiza (también se le conoce como "el planeta rojo") que recuerda a la sangre. Es el cuarto planeta del Sistema Solar y último de los planetas interiores o rocosos. Es también el planeta más cercano a la Tierra, el más estudiado y el que más se le parece a nuestro planeta. Además, su símbolo astronómico se utiliza para representar el sexo masculino.
  • Mercurio (Hermes en la mitología griega) hace referencia al dios del comercio. Es el planeta más cercano al Sol y el de menor tamaño de todo el Sistema Solar.
De izda. a dcha. y de arriba a bajo:
Mercurio, Venus, Ares, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno
  • Venus (Afrodita en la mitología griega) hace referencia a la diosa del amor y de la belleza. Es el segundo planeta del Sistema Solar y, análogamente al caso de Marte, su símbolo astronómico se emplea para representar el sexo femenino.
  • Saturno (comúnmente identificado con el titán Cronos de la mitología griega) hace referencia a un importante dios de la agricultura y de la cosecha. Es el segundo de los planetas exteriores o gigantes gaseosos, y el sexto del Sistema Solar. Es también conocido por sus numerosos y espectaculares anillos.

2.   LAS APORTACIONES Y ERRORES DE PTOLOMEO Y COPÉRNICO
Modelo ptolemáico del universo
  • En su obra Colección Matemática, Ptolomeo mantiene la cosmovisión imperante hasta entonces de que los planetas dan vueltas alrededor de una Tierra (modelo geocéntrico), aunque matiza que esta se encuentra ligeramente desplazada del centro del universo. La esfera que gira alrededor de la Tierra es el deferente y, sobre esta, el planeta gira alrededor de un centro imaginario (epicentro), dibujando una segunda órbita circular a la que llamó epiciclo. la conjunción de ambos movimientos (del planeta por el epiciclo y por el deferentre) permitía explicar por qué parecía que algunos planetas retrocedían y variaban su velocidad de desplazamiento. A su vez, los planetas se alejaban y acercaban de la Tierra a medida que trazaban su recorrido por el epiciclo, por lo que esta podía ser la razón de las variaciones de brillo de los planetas.
  • Copérnico, consciente de que el sistema ptolemáico presentaba lagunas que lo hacían insostenible, propuso en su obra De Revolutionibus un modelo heliocéntrico, en el que atribuyó a la Tierra tres clases de movimiento:
Modelo copernicano del universo
  1. Rotación: La Tierra da vueltas sobre sí misma, lo que provoca el aparente movimiento diario de las estrellas y los planetas, que, en el pasado, se había atribuido a la esfera de las estrella fijas.
  2. Traslación: La tierra da vueltas alrededor del Sol. De esta manera, los cambios de brillo y los bucles que trazan los planetas pueden interpretarse como un efecto óptico producido por las diferentes distancias respecto al Sol en los distintos tramos del recorrido orbital.
  3. Declinación del eje terrestre: La Tierra se mueve de forma parecida a una peonza que, al mismo tiempo que da vueltas sobre sí misma, se inclina en distintas direcciones, cambiando la dirección de su eje de rotación.
Queda claro que el modelo copernicano, que sustituyó al modelo ptolemáico, si bien no fue un cambio exento de polémica y alboroto social y religioso; supuso un gran avance en el pensamiento de la época. En los siglos posteriores sería completado y modificado por personajes como Tycho Brahe, Johannes Kepler y Galileo Galilei. Sin embargo, seguía manteniendo postulados que hoy día y gracias a la ciencia y la tecnología, sabemos eran errados. Por ejemplo, mantenía la visión aristotélica de un universo finito, inexistente más allá de nuestro Sistema Solar. De esta manera, el Sol deja de ser el centro del universo y pasa a constituir un mero e insignificante punto en el firmamento, en uno de los brazos de una de las miles de millones de galaxias del universo. También sabemos que las órbitas no son circulares sino más bien elípticas.


3.   MODELO ACTUAL DEL SISTEMA SOLAR
  • La razón de la modificación fue el hecho de que Plutón pasó de considerarse un planeta convencional como la Tierra a un planeta de tipo enano. Las razones fueron varias, y ya incluso antes Plutón era considerado como un planeta algo peculiar y diferente del resto. Además de su tamaño y órbita excepcionales, Plutón no cumplía con el último requisito para convertirse en planeta: no había despejado su órbita de cualquier cuerpo susceptible de desplazarse en ella.
  • Tras dicha modificación, acordada por la IAU (International Astronomical Union) en agosto de 2006, el Sistema Solar pasó de tener nueve a solamente ocho planetas, de los cuales la Tierra es el tercero más cercano al Sol.
  • La duración del día planetario depende directamente de la velocidad rotacional del planeta en cuestión. De esta manera, Júpiter es el planeta con el día más corto (su periodo rotacional es de unas 9 horas) y Venus el planeta con el día más largo (su periodo rotacional es de unos 243 días terrestres).
  • En el caso de la duración de un año, esta depende de la distancia existente entre el planeta en cuestión y el Sol. Así, Mercurio es el planeta en el que los años son más cortos (unos 87 días terrestres) y Neptuno aquel en el que los años son más largos (unos 164 años terrestres).
  • Como la distancia entre Neptuno (último planeta del Sistema Solar) y el sol es de unos 4.504.300.000 km, o lo que es lo mismo, unas 30'11 unidades astronómicas (UA); la luz tardará aproximadamente 4 horas y 10 minutos en alcanzar la superficie del planeta.

El Jardinero Fiel


  • ¿En qué situación se encuentran los sectores más pobres de Kenia?
Niños keniatas siendo vacunados
Durante el trabajo realizado sobre el SIDA y las industrias farmacéuticas, mi papel ha sido precisamente el de Ministro de Sanidad de Kenia, lo que me ha permitido conocer más a fondo las desigualdades y existentes en dicho país y la precaria situación de sus gentes. Al igual que en la mayoría de los países africanos, sus necesidades son desatendidas bien por falta de recursos o de voluntad política y social. Estas incluyen la sanidad, la educación, el abastecimiento con agua y víveres o las infraestructuras necesarias para ofrecer a sus habitantes los servicios de atención mínimos que les permitan desarrollarse como pueblo. También se puede observar como son sectores mucho más propensos y vulnerables frente a cualquier enfermedad infecciosa como el SIDA o la tuberculosis, por ejemplo.

  • ¿Cuál es el motivo final del asesinato de Tessa y de su amigo Arnold,  primero, y de Justin, después? ¿Qués es lo que Tessa ha descubierto que resulta tan grave? ¿En qué consiste en concreto?
Dypraxa comercializado por Tres Abejas
Tanto Tessa como Arnold, ambos activistas, llevaban tiempo investigando la mala praxis de una multinacional farmacéutica (Tres Abejas) en Kenia. En particular, habían descubierto que el medicamento Dypraxa, empleado para combatir la tuberculosis, tenía unos efectos secundarios altamente dañinos para los pacientes tratados con dicho fármaco, algunos de los cuales habían llegado incluso a morir. Frente a esta situación, estaban determinados a sacar a la luz y denunciar esta penosa situación ante la comunidad internacional. No solo eso, sino que además este hecho pondría de manifiesto el modus operandi de las grandes empresas farmacéuticas, las cuales se mueven por motivos puramente económicas, hasta el punto de ocultar los efectos de su actividad por miedo a las repercusiones que ello pudiera tener.

Tessa y Justin
En el caso de Justin, el marido de Tessa, sucede algo parecido. Él había decidido investigar las causas de la muerte de su mujer, las verdaderas, ya que no se creía la versión oficial de los hechos, la cual apuntaba a un crimen pasional que, además, supondría que Tessa le había estado siendo infiel durante su matrimonio, algo que rechazaba profundamente. Tras una exhaustiva y peligrosa investigación, que lleva a cabo por su cuenta y riesgo, descubre todo el complot farmacéutico y político contra el que Tessa había estado luchando esos los últimos años, y en particular la masacre que la Dypraxa había provocado en la población en la que esta había sido testada. Las mafias detrás de la masacre siguieron sus pasos hasta que finalmente le dieron caza, no sin antes haber dejado un mensaje que todo el mundo oiría durante su propio funeral, y que destapaba la trama existente entre Tres Abejas y los representantes políticos de Gran Bretaña y Kenia, para quienes trabajaba él.

  • ¿Qué intereses están en juego para los gobiernos de Gran Bretaña y Kenia que los hacen ser cómplices de la empresa farmacéutica que aparece en la película?
La principal causa de querer encubrir los pésimos resultados de la experimentación en humanos de la Dypraxa por parte de los gobiernos británico y keniata es que de ser público, ello conllevaría unas  terribles consecuencias. Por un lado, la sanción a pagar sería astronómica y, en segundo lugar y lo que es peor, la reputación de la compañía Tres Abejas, y de los gobiernos británico y keniata que la apoyan, se vería gravemente perjudicada. Todo ello podría llevarles a la ruina y podría provocar un grave rechazo por parte de la ciudadanía hacia posibles futuros tratamientos y medicamentos como la Dypraxa.

  • ¿Qué opinas del comportamiento de Tessa? ¿Y el de Justin de querer dar continuidad a la denuncia de su esposa?
Tessa es una mujer activista que siente un fuerte compromiso para con las gentes de Kenia, a las que dedica su trabajo y esfuerzo hasta tal punto de poner en peligro su vida y la de todos cuanto le rodean. En definitiva, es una mujer valiente y que se siente en la obligación de denunciar as injusticias que ve a diario y de luchar por los más desfavorecidos de la sociedad.

Justin en su lucha por vengar la muerte de su mujer
Al mismo tiempo, Justin, quien aparentemente parecía ajeno a las preocupaciones y reivindicaciones de su propia mujer, se ve empapado por el espíritu inconformista y luchador de su mujer cuando descubre en qué estaba metida y a qué había estado dedicando tiempo, sangre y sudor. es por ello que decide continuar con la cruzada que su mujer había empezado y que la había condenado a la muerte.

En conjunto, se trata de dos personas que están determinadas a cambiar el status quo de la sociedad y a arriesgar sus vidas si es necesario por sacar a la luz las tremendas injusticias que yacen sobre los sectores más desfavorecidos del Tercer Mundo. La primera por vocación y principios, y el segundo contagiado por el activismo de su mujer y por el deseo de vengar la muerte de su mujer y limpiar su nombre.

viernes, 1 de mayo de 2015

El abuso de los medicamentos. La otra cara de las mafias farmacéuticas

No hace falta buscar demasiado para encontrar en la web cientos de advertencias por parte de las autoridades que afirman que en nuestro mundo occidental y desarrollado el abuso de ciertos medicamentos está creciendo de manera exponencial en estos últimos años; desde el Ministerio de Sanidad hasta la propia OMS.

Esto me plantea dos cuestiones. Por un lado, me asombra que las autoridades farmacéuticas no tomen cartas al respecto y que, por intereses propios, no pongan barreras sino que por el contrario promuevan esta situación. Si no, pesemos en la ingente cantidad de fármacos y medicamentos que vemos anunciados cada día en la televisión para cualquier dolencia que uno padezca, sea cual sea. Incluso se han llegado a dar casos de sobredosis y, no obstante, a nadie se le ha ocurrido advertir en los envases de medicamentos de que su consumo excesivo puede acarrear consecuencias mucho peores que el mal que se pretende tratar o aliviar con dicho medicamento; como ocurre con los cartones de tabaco. Por poner un ejemplo, se estima que cincuenta estadounidenses fallecen cada día por sobredosis de analgésicos y 6,1 millones de personas abusan de ellos o los ingiere incorrectamente, según concluye el último informe publicado por Trust For American Health (Fundación de Salud Pública), tal y como se relata en la noticia cuyo enlace adjunto al final de la entrada. En definitiva, una verdadera barbaridad.

Y no solo eso, sino que además me viene a la mente la cantidad de personas que podrían ser ayudadas con ese dinero que algunos lo malgastan irónicamente en detrimento de su propio salud. Tanto aquellos viviendo en el Tercer Mundo y en países en vías de desarrollo cuyo sistema sanitario es inexistente o muy precario, como en aquellos países en los que estos son financiados por el Estado, dificultando así el acceso de otras personas a dicho fármacos, o a otros distintos, que sí que verdaderamente los necesitan. Continuando con el caso anterior, se calcula que el ciudadano estadounidense gasta una media de casi 1000 dólares en fármacos y medicamentos en un solo año, noticia que también adjunto al final de la entrada. (Recomiendo ver la película Efectos secundarios en la que se muestra esta situación a la perfección)

Si fuéramos capaces de invertir esta paradójica situación probablemente podrían hacerse multitud de avances en el mundo de la farmacología, aunque fuera cobrando un porcentaje pequeño del medicamento que fuera destinado a aquellos que carecen de medios para obtenerlos de otra forma.


Enlaces a noticias relacionadas:
Abuso de medicamentos en los EE.UU.

VIVIR MÁS, VIVIR MEJOR. Un conflicto de intereses


1. En resumidas cuentas, lo que el primer texto viene a decir es que las empresas farmacéuticas amparan su voluntad monopolista en el hecho de que sin beneficio no habría investigación ni vacuna alguna y, por lo tanto, sería contraproducente eliminar los derechos sobre la patente del medicamento en cuestión (y los beneficios que ello conlleva). Básicamente, este tipo de empresas farmacéuticas ponen sus medios y conocimientos a disposición del mejor postor; es decir, de las personas o países que pueden permitirse costearse el fármaco (África no está incluida). Cuando se trata de decidir entre muchos pobres y unos pocos ricos, lo tienen claro. Lo verdaderamente importante es la rentabilidad de la vacuna; lo cual es lógico y comprensible hasta cierto punto.



2. Entonces, ¿qué podríamos hacer para garantizar que se investigue sin perder el control sobre el precio del medicamento? ¿Cómo podríamos conseguir un medicamento accesible para cualquier sistema sanitario, sea del país que sea?


Basta con leer la última frase del primer artículo para tener una primera aproximación a las incógnitas aquí planteadas. Cuando una compañía que supuestamente vela por los intereses de la ciudadanía en su conjunto funciona con la máxima "enriquécete y vencerás", entonces "Huston, tenemos un problema".


Algunos abogarían por la nacionalización de las compañías del sector farmacéutico y, sin embargo, seguirían estando equivocadas. La razón es que sin beneficios no puede invertirse en I+D+i. Por lo tanto, si el Estado fuera responsable de su producción, las tasas relacionadas con este campo aumentarían considerablemente, y la corrupción no tardaría en asomar la cabeza. A fin de cuentas, el pueblo tiene que pagar por ello, sea como sea.

Como siempre, la solución radica en optimizar los medios de producción e invertir a largo plazo en la formación de personal y en la innovación procesal, reducir al mínimo el beneficio del sector privado (aunque esto requeriría muy probablemente de ayudas y subvenciones estatales e intergubernamentales), así como solidarizarnos con aquellos que se ríen de nuestras "enfermedades" y "males" occidentales. Si cada vez que compráramos una aspirina o un ibuprofeno se dedicase un porcentaje a estos países con menos recursos económicos, otro gallo cantaría. Pero ante todo, invertir en el desarrollo humano y social de los pueblos que viven a la sombra de estas epidemias, ayudándoles a lograr la autosuficiencia e independencia que merecen.


Manuel Elkin Patarroyo
3. No hace falta indagar en su biografía o currículo para comprender que el Sr. Patarroyo es todo un ejemplo de cómo debería ejercer un investigador de su talla: poniendo al servicio de la sociedad su trabajo, esfuerzo y sudor; fruto de los dones que recibió de la Divina Providencia. Al fin y al cabo, debería ser esa la principal motivación de todo científico que se precie; la de buscar el bien común y no el enriquecimiento personal. Después de todo, su conocimiento es fruto de la educación que la sociedad le ha reportado y, consecuentemente, el científico está en deuda con ella hasta el último de sus días.

Diría Mario Bunge, padre de la tecnoética, que el tecnólogo (en este caso el científico o investigador en cuestión) es responsable del producto de su trabajo y, por tanto, debe sentirse libre y en la obligación moral de velar para que este no sea sino productivo y beneficioso para la sociedad en su conjunto. No obstante, muchos de ellos permanecen ajenos a este deber moral bien por falta de valores, bien por miedo a que prescindan de él y contraten a otro con menos escrúpulos y conciencia.
El Sr. Patarroyo es un ejemplo del buen tecnólogo y, a diferencia de la mayor parte de los trabajadores de las empresas farmacéuticas, puede estar orgulloso de saber que todo cuanto hace y por cuanto lucha es justo y necesario para erradicar de una vez por todas las epidemias, que hoy día azotan con mayor fuerza al continente africano.

En definitiva, se trata una actividad sostenible, productiva y desinteresada que brindaría al mundo moderno una oportunidad única para dar un paso más en la lucha contra el SIDA y otras tantas enfermedades infecciosas.


4. Si bien la primera vacuna fue brillantemente desarrollada por Edward Jenner a finales del siglo XVIII (contra la viruela específicamente), a la cual sucedieron las vacunas del tétanos, peste, rabia, difteria y ántrax durante el siglo XIX, y posteriormente las vacunas para la gripe, la tuberculosis, el tifus, la tos ferina, la varicela, la rubéola, el sarampión, las paperas, la neumonía y la hepatitis A y B, entre otras muchas; no me cabe duda que lo mejor y más significativo todavía está por llegar.

Con todo el conocimiento adquirido durante estos tres últimos siglos acerca de la microbiología y de multitud de campos más como la genética y la bioquímica, es de esperar que cada día estemos más y más cerca de obtener vacunas eficaces contra los males que la raza humana padece. Sin embargo, además de conocimiento se necesitarán inversiones y capital, lo cual nos llevará a replantearnos esta misma cuestión que tratamos durante esta unidad en la asignatura de CMC.


Hay una cosa que está clara: nunca habíamos estado tan cerca de hallar la solución a tantas y tantas enfermedades (el SIDA, por ejemplo), y tan lejos al mismo tiempo. Llega un momento en el que no es rentable invertir en ellas y eso produce que caigan en el olvido. En definitiva, debemos replantearnos el sistema actual de financiación de la industria farmacéutica y, ante todo, multiplicar nuestros esfuerzos y determinación para acabar de una vez con todas con el sufrimiento de tantos pueblo en vías de desarrollo que, al no tener dinero, desvían la atención de las farmacéuticas, centradas en abastecer al mundo occidental con todos los remedios posibles para cualquier tipo de desorden o problema de salud, sea cual sea la índole o si es realmente necesario o, al menos, prioritario visto lo visto.